Reencuentros

...una historia de deja vu

La reina le tocaba su mente para depertarla de su sueno.  Se veia su dormitorio en el castillo, y se recordaba: el era un Vasco, y la dejaba por tiempos largos mientras guerraba con los Infideles.  La Marquesa de Tersy siempre isola en frio esperando el calor de su marido (en parejas desde los diez y trece anos).  Se reconocian con las palabras, "Cuando me encuentro contigo, encuentro mi hogar."

Mercedes fue criada por la reina; la escogia con mucho carino y aprecio: Mercedes la linda con su piel de canela, pelo negro y rizo, ojos de color madera obscura, y con su figura que lucia su bonita siluet.

  

El hijo del conde la miraba intoxicado del olor de esa flor, y todos en aquella corte se daban cuenta.  Mercedes vestida de lazos azules, y faja blanca, se reia con las amigas.  Hasta la reina se daba cuenta de su alegria.

"Ven aqui mi cielo."  Mercedes iba donde su reina mama.  "Porque te das tantas cosquillas?"  Ella, con su cabeza en las piernas de la reina, escondia sus cachetes rosadas.  "Sabes que tienes un destino de tres caminos: monja, cortesana, o esposa.  Piensalo, porque las decisiones que tomes indican las estrellas de su real."

"Pues esposa, no?" 

"Con cual?"


"Me gusta el que siempre me mira."

"El conde no es para ti.  Eres tan joven, y no sabes nada del mundo.  El amor que consume mata aquellos en sus fuegos--los mismos que hayan encendidos con su pasion."

La reina le mando al conde para gobernar las tierras en las alturias.  Mercedes nunca lo volvio a ver hasta la muerte de su reina mama.  Mercedes nunca se caso, y cuando el la vio le dijo, "Cuando yo regreso a ti, me encuentro en mi hogar."

Por el Camino de Bourbon se oye las trompetas; en el salon de Mercedes han llegados al can el Conde de Cussac con su recua: el Cuero Sucio, el Loco Mielda, y la Vieja sin Verguenza.  Mercedes tenia una gracia como ninguna, belleza de angel, y criada para el placer de los hombres.  Su amante principal la mantenia para su conversacion, noche de cena y musica, erotica, y lucimiento.  Nadie questionaba a quien ella pertenecia.  Si cuando el llegaba, el iba directamente donde ella.  

La ultima vez que lo volvio a ver, era caminando por las calles yendo para su casa.  Lo veia por la tele enfrente una tienda; estaba dando una entrevista: medio calvo, medio gordito, y de aparencia avanzada.  La reina le toco su mente, y le dijo despiertate de tu sueno.